-. II semestre de 2020 .-
Joaquín Rodríguez Pinto
Para el proyecto de “arte en cuarentena” me dispuse a explorar las distintas facetas o dimensiones, tanto visuales como psicológicas y sensoriales a través de pequeños proyectos y experimentos.
(Fotografías, obras y descripciones por: Joaquín Rodríguez Pinto)
Al fijarme todo el tiempo que paso frente al espejo, pensé que sería interesante realizar un autorretrato, a memoria, de mí mismo. La finalidad de este experimento era dilucidar la imagen mental que tengo de mí, y terminé por descubrir que mi reflejo no me entrega nada más que una simple imagen y la forma en la que junto con distorsionar, inconscientemente, mis rasgos físicos distorsiono también las características psicológicas.
Este dibujo es una exageración de cómo las redes sociales y las distintas plataformas virtuales (que son una dimensión en sí mismas), tienen en común la capacidad de conjugar, manipular y distorsionar las realidades; manteniendo, sin embargo, cierta familiaridad con las proporciones de la realidad (como en el dibujo) que nos permitan reconocernos a nosotros y al resto, y al mismo tiempo confundirnos y adaptarla como una realidad material.
Ordenando mi casa, decidí guardar en una bolsa, todos los peluches que guardaba de cuando era niño. Pasaron unos días, cuando mis ojos se posaron nuevamente en ella.
Un escalofrío me recorrió los hombros, y una nostalgia me embargo de repente. La metáfora perfecta de mi infancia apiñada y embolsada, no hizo más que recordarme el inexorable paso del tiempo. Sin embargo, la idea de crecer vino a mí, y entendí que parte de crecer es guardar lo que has sido, y disponerte de espíritu a avanzar como reflejo del mejor aprendizaje, cuyo maestrx eres tú, cuya enseñanza es tu experiencia.
"Soltar, amar, crecer, soñar" (el viaje)"
Retraté esta imagen; y aunque solo es un Barney, las patas de Gloria y Alex de Madagascar y un pedazo del cuerpo de Juan Carlos Bodoque de 31 minutos. Más allá de lo que vemos, yace lo que hay: Crecer.
Un escritorio dispuesto para el trabajo, el computador abierto en lo que tengo que hacer. El único problema: mi concentración. Este rústico photoshop representa mi dispersión durante todo este proceso de cuarentena.
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