Una vez más me encuentro aquí
El silencio siempre estará ahí,
El dolor inexistente vuelve de repente
Cada vez se siente más potente,
El río incansable e imparable
Ya no sé quién es el culpable,
¿serán mis pies muy largos y redondos?
¿O los codos secos y toscos?,
El fuego en mi sien candente
El ceño se frunce en mi frente,
¿A lo mejor las cejas que están muy tiesas?
O quizás las rodillas de artesas,
Un elefante en mi pecho se acuesta
No sé como saldré de esta,
Fueron los muslos robustos y sin gusto
Y los pelos alocados e injustos
Fueron los ojos de un negro potente
Y la espalda con marcas permanentes
Fueron todos ellos los incompetentes
Que no ven que mi alma siente,
Cuatro paredes consuelan mi llanto
Me ven muy sola y comienzan su canto
<<no llores niñita, que no falta tanto,
es solo una noche y pasa volando>>.